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Leer el mundo. Experiencias actuales de transmisión cultural.

Petit, Michèle

Editorial: Buenos aires, FCE.
Any: 2015
ISBN: 9789877190786

«Lo que escribo es un alegato a favor del derecho a apropiarse de la literatura y el arte, en toda sobre formas.» Con esta frase Michèle Petit cerraba el texto que escribió para Gretel hace un tiempo, Y este es el planteamiento nuclear que encontramos en su última obra Leer el mundo. Experiencias actuales de transmisión cultural.

Navegar por las obras de la autora es siempre emprender viajes hacia la profundidad de términos como mediación, literatura, lectores, transmisión… En este caso, el viaje, que parte de una complicación de ensayos, es más panorámico que los anteriores y tiene el valor añadido de contar con todo lo que ya hemos leído sobre sus investigaciones. El texto, en su conjunto, se posiciona desde la defensa a las humanidades, en general, y aborda específicamente la necesidad de alejar el término «utilidad» del término «literatura». Alejar lo que ella llama una «obsesión de la evaluación cuantitativa» a favor de una transmisión cultural que contribuya a pensar varias maneras de habitar el mundo, que despierte el deseo y la mirada sobre lo que nos rodea. Esta apuesta y todas las reflexiones derivadas que encontramos en los diversos escritos, resultan especialmente relevantes y de actualidad en nuestro contexto y nuestros días, en los que tan inmersos estamos en discursos cuantitativos y utilitarios derivados de los resultados de las evaluaciones nacionales e internacionales sobre lectura.
Una de las virtudes de la obra es la posibilidad de nuevas rutas de lectura. Es un continuo de autores de diversas disciplinas con los que Michèle Petit ejemplifica, amplia, refuerza y ​​pone en diálogo sus aportaciones. Asimismo, enlaza con una delicadeza y pertinencia relevante experiencias realizadas y / o documentadas a partir de las cuales el relato toma un tono de vivencia que refuerza sus posicionamientos sobre la necesidad y la manera de abordar la transmisión cultural. En este sentido, el libro es una muestra de la capacidad que tiene la autora de escuchar y transformar en conocimiento las prácticas de lectura y escritura que la rodean.

Sin que haya un capítulo dedicado a los mediadores y encontrando referencias a lo largo toda la obra, en el segundo de los capítulos, ¿Para qué sirve leer?, aparece de manera bastante nuclear su figura. Habla desde la amplitud de ésta (padres, bibliotecarios, maestros, talleristas …) y enfatiza su importancia y como decisivo puede ser en la formación de un lector los vínculos que establezca con diferentes mediadores, ya que “cada uno con su reflexión singular, su propia creatividad, hacen de la lectura un arte profundamente vivo” y permiten que el objeto cultural representado en el libro encuentre quien le abra las puertas para que llegue a los lectores y estos un día entiendan que «de lo que se trata es de leerse a si mismos ya este mundo.» De la misma manera que les otorga un papel central y destaca experiencias transformadoras de algunos mediadores, es crítica con esta figura cuando apunta que muchos de ellos han convertido la actividad lectora en una obligación bajo discursos instalados en la utilidad de leer o en la imposición del deseo de leer. Así pues, apuesta por un mediador que facilite encuentros de los lectores con la cultura mediante un registro afectivo y no sólo con la palabra; también con el movimiento, el tono, la gestualidad. Un mediador que a la vez privilegie la lectura en voz alta, ya que, como apunta la autora, es una de las grandes vías de acceso al deseo de leer.

Del mismo modo que no hay un apartado para la lectura en el contexto escolar, en el capítulo Educación artística y cultural encontramos con más intensidad que en otros la presencia de la escuela y la reflexión de la autora sobre cómo todavía la mayoría de planteamientos escolares en relación a la lectura responden a una concepción formalista y se alejan de la literatura como un arte que “ayuda a vivir y a dar sentido a nuestras vidas, habla de la experiencia humana, amplía nuestro universos, abriendo al infinito la posibilidad de interactuar con otros, de pensar y de sentir tomando su punto de vista.” En este sentido, es impactante ver como la mayoría de experiencias transformadoras y estimulantes en relación a la lectura con niños y jóvenes que el libro recoge tienen ver con espacios y propuestas fuera del entorno escolar. Aspecto que, sin duda, abre vías de colaboración y obliga a repensar lo que está pasando en las aulas en relación con la educación literaria.

De una manera transversal y a partir de los resultados de encuestas relacionadas con los hábitos lectores, encontramos varias referencias generales a las prácticas digitales de lectura, apuntando que de momento estamos ante mutaciones en relación a las que hay que «construir puentes, inscribir el escrito en un enfoque más amplio», pero que en ningún caso hay un alarmismo ante el nuevo soporte, ya que desde su punto de vista no existe una correspondencia con la muerte de la transmisión cultural, tan sólo nuevas formas de relación. Es en estos pasajes en los que también podemos encontrar reflexiones y datos sobre los hábitos lectores de la población, profundizando y matizando resultados en relación a diversos contextos y grupos sociales.

Los núcleos temáticos que hemos destacado y otros que emergen ayudan a repensar la literatura desde cualquiera de los ámbitos de intervención posible. Este hecho provoca que se convierta en un texto enriquecedor y dirigido a un público muy amplio: maestros, promotores culturales, editores, investigadores, familias …. Desde cada perfil es fácil sentir la apelación a pensar en la propia tarea y en las posibles necesidades de ciertos replanteamientos.

En resumen, estamos ante una obra que tiene un tono íntimo, maduro, transparente y vital que nos invita a detenernos y a pensar en los fundamentos de la literatura y en su transmisión a los lectores que se inician en el recorrido de la vida y para los que «el imaginario se una dimensión vital y que, bien la lectura no es la única actividad que le es propicia, ella constituye un camino privilegiado.»