Por cuatro esquinitas de nada es una adaptación del conocido álbum de Jérome Rouiller. Como muchos ya sabréis se trata de una historia de amistad e integración narrada a través de un pequeño texto y de unas ilustraciones compuestas tan sólo por figuras geométricas. Leo Lionni y Ziraldo ya mostraron con Pequeño azul y pequeño amarillo y con Flicts la capacidad expresiva y de evocación de sentimientos que pueden adquirir unas simples manchas de color situadas en espacios planos y abstractos. Y Rouillier lo volvió a demostrar años después, esta vez, dando a sus círculos y a su cuadrado texturas diferentes, que aportaban mayor profundidad y matices a los personajes.

Si bien la aplicación de Dada se decide de nuevo por los colores planos y por un retorno a la bidimensionalidad, tenemos que decir en su favor que la imagen en movimiento y la propuesta de interactividad de la aplicación permiten otra serie de matices, imposibles de conseguir con la lectura en papel. Hablamos de cómo los productores explotan en la remediación la capacidad expresiva del color para comunicar emociones (cuando pequeño cuadrado está triste y el verde se vuelve más oscuro, como el humor), o de cómo la imagen en movimiento y la actuación del lector sobre algún elemento de la ilustración pueden ayudar al pequeño lector a comprender el paso del tiempo (cuando los círculos se ponen a pensar y configuran un reloj que va marcando el tiempo) o a adquirir la perspectiva del protagonista (cuando el lector trata de ayudar a cuadrado a convertirse en círculo). A estos aspectos se le une la elcción de unas voces de locutores profesionales, que, junto a la música, consiguen matizar el tono según las necesidades de la historia (aunque a veces lo hacen de modo demasiado intenso).

Ganadora del Bologna Ragazzi Digital Award 2013 y publicada en varios idiomas, la aplicación concebida por una compañía española es buen ejemplo de cómo el medio digital puede aportar elementos narrativos interesantes a historias pensadas para otros medios.