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El dragón blanco y otros personajes olvidados

Córdova, Adolfo

Il·lustracions:

Riki Blanco

Editorial: Fondo de Cultura Económica
Any: 2017
ISBN: 9786071642479
Edat: (12-14)

El dragón blanco y otros personajes olvidados es uno de esos libros que, en realidad, son muchos libros. Es, en primer lugar, un volumen de cuentos muy bien escrito por Adolfo Córdova, ilustrado en tonos oscuros por Riki Blanco, cuidadosamente editado por Fondo de Cultura Económica, y que ha sido incluido en el prestigioso catálogo internacional The White Ravens 2017. Es, también, un lugar de encuentro de personajes olvidados; esto es, de personajes secundarios provenientes de otras obras, y cuyas historias han quedado relegadas (¡por uno o dos siglos, en algunos casos!) para “ser contadas en otra ocasión”, como reza el epígrafe de Michael Ende con el cual se abre este volumen. Y es, sin duda, una excelente forma de diálogo de la literatura infantil y juvenil con su propia tradición. Pues, como en un jardín de senderos que se bifurcan, los cuentos de Córdova regresan a momentos fugaces de grandes obras de la literatura universal que, vistos con una luz nueva, devienen puntos de partida para aventuras igualmente nuevas de aquellos personajes que no fueron los héroes de sus respectivos relatos y quedaron, por tanto, tras las bambalinas de la historia.

Este juego narrativo nos adentra, en algunos casos, en el futuro o en el origen nunca contado de ciertos personajes; en otros, simplemente nos propone imaginar historias paralelas a aquellas que en su momento fueron publicadas. Y todo ello, con un lenguaje evocador, poético, “denso” en el mejor sentido del término. Sirva como botón de muestra el inicio del relato “El Rey Cisne”:

Desde el aire, la tierra les parecía una sola alfombra tejida con diferentes sedas. Los cisnes veían sus sombras deslizarse en bandada sobre planicies verdes y medallones azules, en un único reino de líneas centelleantes y curvas caudalosas, y se sentían parte de un gran lienzo.

La ilustración de Riki Blanco, por su parte, es otro gran acierto de este libro. Valiéndose de una inusual paleta de colores (basada en el negro, los azules, los grises y el rojo cobrizo), la imagen funciona como un elemento cohesionador de los diversos relatos. A su vez, es destacable la variedad de formas de diálogo que establece con el texto: aquí ayuda a construir la atmósfera de un cuento, allí acentúa la perspectiva de un personaje, más allá deja algún guiño hacia otro de los cuentos del volumen.

Al dar vuelta a las últimas páginas de El dragón blanco… queda la sensación de estar frente a un texto inaugural, como si en nuestras manos se estuviese gestando un género nuevo. Y esa sensación se acompaña, indefectiblemente, del deseo de leer más obras como esta.

Lucas Ramada