El efecto Frankenstein es el último premio Edebé de literatura juvenil y se inscribe en los diversos homenajes aparecidos desde 2018 con motivo del 200 aniversario de la obra de Mary Shelley. Aquí se enlazan con habilidad un tiempo presente y pasado entre los que se abre un pasillo de comunicación y que pondrá en contacto una chica actual con un chico amigo de Viktor Franskenstein, los tres personajes estudiantes de medicina.

La obra se merece realmente el premio obtenido por su buen tejer entre el desarrollo de la aventura, extendida en diferentes hilos y niveles de personajes, la historia de amor de la chica moderna y el aristocrático chico antiguo, así como por las peripecias del monstruo, aquí desdoblado entre las dos personas que Frankenstein ha fusionado para crear su criatura y que pugnan por tener el control de su conducta, una vuelta de tuerca que configura la nueva versión de la Criatura creada por Barceló. Los detalles, espejos y nuevas plasmaciones de los hechos de la obra original se producen con una buena dosificación y se prestan a una comparación muy interesante para los jóvenes lectores. También es de admirar la recreación de época, sin que chirríe la inmersión de la muchacha dos siglos atrás, con un tratamiento bastante verosímil de las cuestiones de género o las convenciones en el trato amoroso de cada época. La obra es de argumento ágil, bien escrita, muy bien construida y muy adecuada para pillar al lector juvenil, llevarlo a pasear documentadamente por el pasado e interesarlo por la obra original. Un acierto, quizás demasiado reconfortantes en los diversos finales de los distintos hilos argumentales, que nos ofrece un título excelente para chicos y chicas.

Teresa Colomer