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Emilio

Ungerer, Tomi

Traductors:

Sandra y Óscar Senra Gómez

Editorial: Kalandraka
Any: 2016
ISBN: 978-84-8464-246-6.
Edat: (0-6)

Aunque en nuestros recomendados procuramos no repetir demasiado a los autores, no hemos podido resistirnos a recomendar un nuevo álbum de Tomi Ungerer, Emilio, que acaba de aparecer en castellano, catalán y las versiones gallega y portuguesa, en la recuperación, tan de agradecer, que está haciendo Kalandraka de los libros de estos autor. El libro se inscribe en la serie sobre animales que Ungerer realizó entre finales de los años cincuenta y mediados del sesenta del pasado siglo. Se trataba de animales insólitos, por aquel entonces, como protagonistas de los libros para niños: la cangura Adelaida (1958), la boa constrictor Críctor (1959), el pulpo Emilio (1960), el murciélago Rufus (1961) o el buitre Orlando (1966)
Como en los otros álbumes, Emilio se halla empapado de humor a partir de la elección inicial de un animal con tan poca tradición de relación con los humanos, hecho del que deriva la gracia de la descripción de su integración, podemos decir que impertérrita, en este mundo. Emilio es potente y listo: después de salvar de los tiburones a quien será su amigo humano, acepta su hospitalidad y busca ocupaciones positivas y que se le correspondan, como la de socorrista de playa, la de enseña a nadar a los niños o la de ayudar a capturar contrabandistas; pero también sabe acomodarse a las normas del mundo humano en sus vertientes más culturales -y apropiados para un pulpo con tantos brazos-, como tocar el piano o otros instrumentos. Finalmente, en un desenlace de tanta naturalidad como el resto del relato, decide regresar a su añorado mundo marítimo y seguir su propio camino. Pero la amistad cuenta, así que su amigo humano siempre podrá ir a jugar al ajedrez con él, vestido de buzo.
La ilustración es esencial para la obra. Predominan los grandes blancos de las páginas, mientras que el uso de los colores se limita al verde, rojo y negro en los dibujos. Huelga decir que cuenta con la habilidad característica de Ungerer para la expresividad y el detalle humorístico inteligente, en este caso, con una explotación deliberada de la anatomía del pulpo, por ejemplo con el juego de transformaciones de Emilio -un coche, un pájaro, un unicornio, etc.- que causa la admiración del público de la playa (como también hace el autor en otros álbumes de la serie, por ejemplo, en las formas adoptadas por la serpiente Crictor para representar letras y otros formas)
Se trata de un relato sencillo y tranquilo, incluso un punto distanciado como es frecuente en Ungerer, pero con una inoculación constante de dosis de aventura y humor para darle interés. La historia se cohesiona globalmente, pero se halla disgregada en escenas y multiplicidad de detalles que permiten a los niños entretenerse aisladamente. Se sostiene sobre una idea firme de civilización y convivencia, pero se resalta la importancia del individuo en su identidad, valor y capacidad de decisión. Una tensión y una consistencia ideológica que no parece buscada ni dirigida a adoctrinar, sino fruto de entender a los niños como personas con las que pasarlo bien compartiendo libros. Por ejemplo, imaginando las posibilidades de un pulpo en el mundo de los humanos.

Teresa Colomer