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La nieta del señor Linh

Il·lustracions:

Claudel, Philippe

Traductors:

José Antonio Soriano Marco

Editorial: Salamandra
Any: 2006
ISBN: 9788498380033
Edat: (+14)

La nieta del señor Linh será representada en diciembre de este año en el Teatre Lliure de Barcelona en un monólogo de Lluís Homar bajo la dirección del belga Toneelhuis Guy Cassiers. La narración, de hace algunos años, obtuvo un gran éxito, con más de doscientos mil ejemplares vendidos y su traducción a once idiomas. Leída entonces incluso por lectores reacios a la ficción, hemos realizado la prueba y todo el mundo la recuerda; no porque sea corta y fácil de leer, que lo es, sino porque es como un fogonazo de luz blanca que va directo a nuestro cerebro y deja la huella de la vivencia profunda del desarraigo, de la soledad y también de la ternura.

Nos cuenta la llegada a Francia del señor Linh, un viejo vietnamita de quien sólo él mismo sabe el nombre, ya que todos los que le conocían han muerto. La pérdida del señor Linh, de su vida, sus paisajes y su cultura, es tal, que busca refugio más allá del mar tan sólo para que su nieta, un bebé que lleva en brazos, pueda tener un futuro. El país de acogida es bastante confortable, aunque frío y desconocido. No hay escenas violentas ni carencias físicas en el exilio de este refugiado. Nada de penurias y aventuras que intenten mostrarnos el itinerario dramático de los recién llegados. Vamos más adentro, ya que la narración nos coloca sin efectos especiales en una desolación y soledad tan evidentes que sólo son soportables por lo mismo que lo son para el personaje, por la amistad que entabla con un viejo jubilado con quien se comunica sin palabras, por el cuidado de la nieta o por la canción del país desaparecido con que la duerme. Es decir, por la capacidad de supervivencia y ternura humana que existe y aflora en cualquier situación.

La resolución de la historia desvela una información impactante, intuida o evidente por los lectores avezados, sorprendente para muchos otros. Tanto da. Se trata de una vuelta de tuerca que se limita a profundizar en la tristeza, la compasión y la maravilla ante la condición humana. Una obra que hace mucho más por entender el dolor de las personas que llegan ahora a Europa que muchos álbumes y novelas juveniles que intentan reproducir su perspectiva. Y lo hace, no desde la posición de ir al encuentro de los otros para entenderlos, como buenos ciudadanos dispuestos a acoger, sino desde la posibilidad de comprender simplemente los componentes y la materia de nuestra humanidad encarnados en el exilio del señor Linh.

Teresa Colomer